lunes, 9 de diciembre de 2013

El Espacio Azucena:

El Espacio Azucena recuerda las tertulias donde se compartía arte, buena música, charlas, bailes en la época colonial, cuando la cultura no era una industria de consumo masivo sino la antesala a la reflexión, la conversación franca y la comunicación. En una casa de Olivos la profesora Mónica Landolfi, docente, guionista y cuentista, reúne amistades y conocidos para compartir teatro, música, narraciones, recitales poéticos, algunas veces un refrigerio y siempre la palabra y un momento grato y en compañía.




La casona que está en planta baja, en Olivos, es la de la infancia, con ambientes amplios, techos altos, puertas anchas, un patio con higuera y en lo que fuera un cuarto (el piso de madera lo delata) un escenario al estilo moderno, es decir, al nivel del piso.

El Espacio Azucena para compartir arte, pero sobretodo teatro (por una cuestión de gusto) que inventó Mónica Landolfi recuerda las tertulias, esos encuentros de sociabilidad, de los que nos hablaban en la primaria cuando nos describían la época colonial de nuestra patria naciente.

El dormitorio, convertido en escenario, es el de su infancia. “La idea nació para expandir el arte, y el teatro, para los que no se acercan espontáneamente” le dijo a Prensa Libre y agregó: “Esto me quedó de la docencia, durante toda la carrera siempre traté de acercar a los chicos al teatro”.

Al Espacio Azucena van, una vez por mes, los amigos de Mónica, los amigos de estos, algún vecino, todos están invitados a compartir un programa de arte -teatro, música, narraciones- como si fuera una sala, pero todo es en la casa de Mónica.

Es evidente que el hogar de la niñez siempre fue alegre y ella quiso recrearlo al pasar los años. “Qué más alegría que el arte, el teatro era la mejor alegría y el mejor homenaje que les podía dar a los que hicieron esta casa”, dice.

“Mi papa, Eduardo, era zapatero, porteño de ley, bandoneonista y por el tanino se jubiló joven por invalidez, pero tocaba tangos y foxtrot” recuerda la vecina de Olivos que es docente de literatura, guionista y le gusta escribir cuentos cortos.

En 2010 su relato, Destino de Esperas, sobre el origen mestizo del Gral. San Martín, ganó el primer premio del programa provincial El Teatro y La Historia y se vio en el escenario del Teatro de Repertorio del Norte, con la dirección de Roberto Aguirre.

La docente le contó a Prensa Libre que la mayoría de los números son locales. Ella misma los elige. “Siempre estoy buscando, y relacionándome para ver que puedo traer, y que se adapte al espacio, porque me encantaría un sainete, pero el espacio es limitado”, señala.

“Empezamos en 2008 pero esporádicamente, no más de tres veces al año”, contó sobre la experiencia que actualmente marca una tendencia en distintos barrios de la zona norte. “En 2012 le di todo el impulso y todos los meses hago un encuentro”, señala.

Otra motivación del Espacio es “sacar el prejuicio. Todos podemos ir al teatro, disfrutar, vivenciarlo sin tener que haber transitado libros primero. Me gusta fomentar el arte y gestionar cultura, que son dos cosas que hacía en la docencia”, afirma.

Luego amplía: “Hasta el día de hoy me encuentro con gente que llegó a los cuarenta (años) y me dice “la primera vez que fui al teatro fui con vos en la escuela secundaria. Es la misma labor, acercar al arte a gente que por ahí jamás iría a una función. Es traerle el teatro a la casa”, grafica.

“Es un espacio puertas adentro -define luego- nos avisamos entre nosotros y vamos incluyendo actividades que nos gustan a todos. Somos un grupo de amistades que siempre estamos muy cercanos al teatro, y con los que comparto un montón de inquietudes”.

Actualmente tiene en la mira un programa de recitado de poemas con actores locales. “Vamos armando una red invisible, y llega el momento en que esos puntos se empiezan a visualizar y están todos unidos por el arte”, vuelve a graficar.

La frase de cabecera del Espacio es “El arte, como las flores, se cultiva”. Y se llama Azucena por la cantante Azucena Maizani. Era el nombre que el papá pensaba para Mónica al nacer, pero según ella misma relata, sus papás se desencontraron tras el parto y la madre optó por “Mónica”.

Este sábado, el Espacio Azucena tiene un programa musical con el grupo de Bossa Nova, Passarinhos Demais, además descubrirán un cartel fileteado por Cristina Lara y una muestra de cuadros del artista José Chacho Pagnutti. La actividad comenzará alrededor de las 19,30.

Los interesados pueden pedir información a espacioazucena@gmail.com o buscar en Facebook, Espacio Azucena. La contribución es mínima, para que los artistas no se vayan con las manos vacías, y es uniforme entre las 25 personas que suelen participar.

Gustavo Camps

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